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El imperialismo cultural como opresión y dominación

Actualizado: 19 ago 2021


Previamente he mencionado que la opresión tiene muchas caras y he argumentado que el especismo como sistema de opresión y dominación presenta varias de ellas (referencia). Les propongo ahora reflexionar sobre el especismo como imperialismo cultural.

El imperialismo cultural y su relación con el especismo es compleja, por esto le dedicaré varias entradas a la problemática. En la de hoy me centraré en esclarecer el concepto de imperialismo cultural.

¿Qué es una cultura?

El término cultura se utiliza para referirse a fenómenos muy diversos. Por ejemplo, hablamos de

  1. La cultura popular y la alta cultura.

  2. La cultura que posee un individuo educado.

  3. La cultura del siglo XVIII, la cultura del mundo antiguo, etc.

  4. Mundos culturales: la cultura occidental y la cultura musulmana.

  5. Culturas societales: la cultura maya y la cultura olmeca.

  6. Subculturas: la cultura punk y la cultura hippie.

Sólo las ideas reflejadas en los últimos tres casos son directamente relevantes para el estudio del imperialismo cultural. Estas tres refieren a grupos de individuos con prácticas, creencias y significados en común que trascienden a través del tiempo y son centrales para la vida y el desarrollo de sus miembros. La siguiente definición de cultura, propuesta por el filósofo Alan Patten, abarca estos tres casos:


Una cultura es la relación que las personas tienen cuando, y en la medida que, comparten la sujeción a un conjunto de condiciones formativas distintas a las condiciones formativas impuestas a otras personas.  

Esto quiere decir que podemos diferenciar, por ejemplo, a la cultura occidental de la cultura musulmana a través de las condiciones formativas y de socialización que cada una impone a sus miembros. Veamos cómo sería esto: la cultura occidental tiene instituciones y prácticas propias que se diferencian claramente de las que posee la cultura musulmana y es claro que varias de las instituciones y prácticas de una cultura son condiciones formativas centrales para los miembros de esta.



Veamos otros ejemplos. Podemos diferenciar a la cultura maya de la olmeca a través de su lenguaje, sus tradiciones y sus creencias, las cuales son condiciones formativas usualmente adquiridas durante la infancia. O podemos diferenciar a la cultura punk de la hippie a través de los objetos y las creencias que caracterizan a cada una, ambos siendo también condiciones formativas.


Esto muestra, por una parte, que las condiciones formativas nos permiten caracterizar a una cultura. Por otra parte, sugiere que existen distintas categorías de condiciones formativas. El filósofo Luis Villoro sugiere las siguientes:


  1. Redes de objetos: herramientas, objetos de consumo y objetos de disfrute.

  2. Estructuras de relación conforme a reglas: instituciones y prácticas.

  3. Sistemas significativos comunes: lenguaje, tradiciones y creencias.

Esta categorización de las condiciones formativas nos permite establecer distinciones entre mundo cultural, cultura societal y subcultura, distinciones que van más allá del tamaño del grupo que las comparte. Mundos culturales diferentes comparten entre sí muy pocas, si es que algunas, condiciones formativas, las cuales tienen poca relevancia en la socialización de sus miembros. Distintas culturas societales pueden compartir algunas condiciones formativas como el lenguaje o algunas creencias o tradiciones, pero cuentan con otras condiciones importantes que claramente las diferencian. Por último, distintas subculturas usualmente comparten la mayoría de estas condiciones y sólo difieren en unas cuantas de menor importancia.

Imperialismo cultural


En el mundo existe una diversidad cultural sorprendente. Es en la interacción entre grupos e individuos que pertenecen a distintas culturas que surge el fenómeno del imperialismo cultural. Siguiendo a Iris Marion Young podemos definir este fenómeno de la siguiente manera:


El imperialismo cultural es la universalización de una cultura y su establecimiento como norma. Esta cultura hegemónica evalúa y devalúa a quienes no son miembros de ella al compararlos con los miembros y las prácticas de la cultura hegemónica. 

El imperialismo cultural puede eliminar o subyugar a otras culturas. Podemos encontrar ejemplos de la eliminación de una cultura en las prácticas coloniales de los imperios europeos durante los siglos XV-XIX en el continente americano. En estos casos se intentó eliminar a las culturas nativas, ya fuera físicamente, eliminando a los individuos miembros de esas culturas; o ‘educando’ a estos individuos para que las abandonaran.


La subyugación de otras culturas es un fenómeno complejo e involucra simultáneamente prácticas que invisibilizan y estereotipan a sus miembros.


Bajo el imperialismo cultural los miembros de otras culturas son vistos como estereotipos: todxs lxs mexicanxs son perezosxs, todxs lxs indígenas son ignorantes, todxs lxs negrxs son delincuentes, etc.

Una característica central de estos estereotipos es que son definidos desde la cultura hegemónica, es decir, no responden a las particularidades de la cultura propia los individuos estereotipados, sino a su percepción desde el exterior.

Una segunda característica es que estos estereotipos se convierten en verdades incuestionables. Todo mundo sabe que los miembros de una cultura se comportan de una cierta manera, se espera que siempre lo hagan así y son cuestionados o aleccionados cuando no lo hacen. Las personas fuera de México usualmente asumen que lxs mexicanxs somos perezosxs, asumen esto sin tener ninguna razón o prueba de ello pues consideran que es algo que ‘todo mundo sabe’. Como consecuencia de esto, esperan que al conocer a un(x) mexicanx, estx se comporte acorde con este estereotipo y recriminan o cuestionan a lxs mexicanxs cuando no se comportan así.


Bajo el imperialismo cultural los miembros de otras culturas son invisibilizadxs. Este fenómeno ocurre en varias dimensiones.


Cuando una cultura se establece como universal, se olvida que esta es sólo una cultura más. Al ocurrir esto sus prácticas, creencias y estructuras se establecen como las correctas. De esta manera los miembros de la cultura ‘universal’ invisibilizan sus prácticas como culturales y las establecen como ‘lo que debe ser’.

Paralelamente, las prácticas de otras culturas son concebidas como desviaciones respecto a este deber ser, no como auténticas expresiones de una cultura.


Finalmente, las características propias de cada individuo perteneciente a una cultura ‘no universal’ se vuelven invisibles. Los individuos se vuelven un estereotipo sin características individuales que lo diferencien de otros individuos a los que se les ha asignado el mismo estereotipo.

¿Qué está mal con el imperialismo cultural?


La cultura que compartimos con otrxs es uno de nuestros bienes más preciados y una de las características centrales de nuestra vida.


Nuestra cultura establece cómo, cuándo y dónde interactuamos con otros individuos. Cuando un individuo es extraído de su cultura y colocado en otra desconocida se siente ajeno y fuera de lugar. En ocasiones la interacción con miembros de otra cultura es imposible debido a la barrera del lenguaje. En otras ocasiones, aun cuando el lenguaje es común, las diferencias en prácticas, tradiciones y visión del mundo imposibilitan la convivencia o la vuelven estéril o incómoda.


Nuestra cultura también establece, según argumenta Will Kymlicka, nuestros planes de vida: lo que deseamos realizar, cómo podemos realizarlo y cómo evaluamos su realización. Hay ciertos planes de vida que no existen en unas culturas, como ser partera, hay otros que requieren más esfuerzo en otras, como ser meserx, finalmente hay otros que son mal vistos, como ser tatuador(x).


De esta manera el imperialismo cultural afecta a los individuos de maneras profundas, dificultando su socialización, imposibilitando sus planes de vida, marginalizándolxs, estereotipándolxs e invisibilizándolxs.

Siendo así, el imperialismo cultural oprime, pues evita que desarrollemos nuestras capacidades y nos expresemos como deseamos. A su vez, el imperialismo cultural domina, pues evita arbitrariamente que podamos decidir y evaluar apropiadamente nuestras decisiones de vida y las condiciones de ellas.


El imperialismo cultural no sólo domina directamente, sino que también actúa como catalizador de actos de dominación futuros. No sólo es más sencillo justificar antes otrxs la dominación de un individuo que al ser estereotipadx es consideradx como inferior, sino que incluso, al interiorizarse, el imperialismo cultural puede justificar la dominación ante los ojos de la víctima.



Concluyo esta entrada mencionando las ventajas que ofrece tener una definición clara del imperialismo cultural y una categorización de sus formas de operar:

  1. Un análisis más preciso de ciertas prácticas normalizadas que oprimen y dominan.

  2. Elementos conceptuales para identificar prácticas injustas.

  3. Un lenguaje apropiado para denunciar prácticas injustas que han sido normalizadas.

Referencias:

Jones, Robert C, “Animal rights is a social justice issue”, en Contemporary Justice Review, 18:4, 467-482.

Kymlicka, Will, Multicultural Citizenship: A liberal theory of minority rights, Oxford University Press, 1995.

Paten, Alan, Equal Recognition: The moral foundation of minority rights, Princeton University Press, 2014.

Young, Iris Marion, Justice and the politics of difference, Princeton University Press, 1990.

Villoro, Luis, Estado Plural, pluralidad de culturas, UNAM/Paidos, 1998.



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